FACUA-Consumidores en Acción ha enviado a la Fiscalía de Extremadura documentación sobre el fraude de los móviles Zetta y le solicita que investigue si sus responsables han incurrido en estafa y en delitos contra los consumidores por publicidad engañosa.
Los móviles Zetta son en realidad equipos de fabricantes chinos a los que sustituyen sus logotipo, instalan un sistema operativo cuyo uso comercial está prohibido, además de atribuirles componentes inexistentes y que pertenecen a otras marcas.
FACUA ha remitido a la Fiscalía información y documentos audiovisuales sobre los numerosos engaños cometidos por Zetta, los cuales serán ampliados en los próximos días con un nuevo informe que está elaborando el equipo jurídico de la asociación a partir de los datos facilitados por numerosos usuarios.
La lista de irregularidades va mucho más allá de haber fingido que Zetta diseñaba y fabricaba los dispositivos móviles que comercializa, la mayoría de los cuales son de la marca china Xiaomi, que ha negado haberles autorizado a vender ni manipular sus equipos. La empresa se presentó bajo una sociedad fantasma, la inexistente Zetta Europa SL, y en su publicidad aseguraba que sus teléfonos contaban con pantallas Retina, una marca exclusiva de dispositivos Apple, y una también inexistente cubierta protectora frente a fracturas y arañazos Gorilla Glass, de la firma Corning. Las cajas de los móviles Zetta también indican que cuentan con sistema de sonido del fabricante JBL, otra afirmación falsa.
FACUA ha comprobado que tras destaparse el fraude, Zetta ha modificado la información de su página web sobre las características de los móviles. De repente, ha dejado de anunciar que sus modelos tienen pantallas Retina y cubiertas Gorilla Glass. El cambio puede comprobarse si se visita la versión actual de la web y la que tenía anteriormente, accesible a través de Internet Archive.
El propietario de la marca y la auténtica sociedad que está detrás de Zetta, Movishark Europa SL, se llama Bojun Cui, aunque se presenta como Eric. Intentó suplantar en España a la marca Xiaomi: pidió registrar a su nombre la marca Mi Zetta, en cuyo logotipo pretendía reproducir el de Xiaomi -la palabra Mi en blanco sobre un recuadro naranja-, pero la Oficina Española de Patentes y Marcas se lo denegó. El organismo también le rechazó su pretensión de registrar marcas que incluían la denominación AliExpress, propiedad del gigante chino Alibaba Group.
"Soy el que monta los móviles. Me vienen desguazados, por piezas, y yo voy montando hasta que consigo hacer un móvil", inventó en una de sus apariciones en televisión antes de que estallase el escándalo Antonio Ribera, otro miembro de Zetta. "En un principio yo lo diseño en papel. Despues ese papel lo paso al ordenador y vamos practicando", dijo también Ribera. En los últimos días, la versión de la empresa ha ido cambiando en varias ocasiones. Una de ellas es que lo que hacen en Extremadura es "ensamblar" los teléfonos, aunque su particular acepción de dicho término significa que simplemente les cambian la carcasa para sustituir el logo original por el de Zetta.
"Todo el mundo en todo momento sabe que el teléfono es chino, el terminal es chino, o sea que nosotros en ningún momento engañamos a nuestros clientes. En la página web siempre ha puesto que es un móvil fabricado en China", inventó Cui en una entrevista el pasado miércoles. Lo dijo después de haber comercializado los equipos desde 2014 con reclamos como "100% móvil extremeño", que mostraban de manera destacada en su web
Cui y el que se presentaba como uno de sus socios y ya dice ser sólo un "empleado" de la empresa, Unai Nieto, aseguran ahora que el "valor añadido" de los móviles que vende Zetta es su software. Pero también en él hay irregularidades: se trata del mismo software que incorporan los equipos Xiaomi, con unas leves modificaciones para que aparezcan poco más que el logotipo de Zetta y una imagen de Extremadura (algo que ha destapado el usuario de Forocoches Shurinvisible), más un sistema operativo de código abierto que puede descargarse en internet y cuyo desarrollador, Cyanogen, prohíbe que se utilice de manera comercial.